sábado, 30 de agosto de 2014

50 COSAS SOBRE MI

Está última temporada circula entre los blogs la iniciativa de contar 50 cosas de una misma.
Hasta ahora no tenía claro si participar o no, pero finalmente he decidido hacerlo, así que allá voy.
1. Me encanta bailar, soy capaz de bailar cualquier tipo de música e incluso bailar sin moverme.
2. Me encanta leer, cosa que ahora casi no puedo hacer.
3. Nunca he tenido grupo favorito de música.
4. No me gusta la moda, ni ir a la moda.
5. Soy tímida, aunque no lo parezca.
6. Soy yo bailando.
7. Amo ser madre.
8. Tenía instinto maternal desde muy joven.
9. Tengo pánico a los sitios pequeños y cerrados.
10. No pierdo tiempo preparándome.
11. No soy nada coqueta.
12. Encontré mi vocación de repente.
13. Soy muy casera.
14. Mi familia es lo primero.
15. He sido, soy y seré voluntaria.
16. Me gusta estar con gente.
17. Me encanta dibujar.
18. Me encanta jugar con mis hijos.
19. En cuanto hay ocasión me siento o me tiro al suelo.
20. Soy muy madrera.
21. Tengo amigas desde el instituto.
22. Me encanta dar abrazos.
23. Se me da bien dar masajes.
24. De pequeña quería leer y mi hermana no me dejaba.
25. Tengo muchos recuerdos de mi infancia.
26. El gris es mi color. Desde que soy madre también el naranja.
27. Soy sensible.
28. Soy perfeccionista.
29. Y algo testaruda.
30. Siempre estoy si me necesitan.
31. Me cuesta relajarme.
32. Soy culo inquieto.
33. Me encantaría ser matrona.
34. Siempre estoy con nuevas ideas en mente.
35. No me gusta la gente agresiva.
36. Me dan muchos prontos con mi pelo; tan pronto me lo corto como lo dejo crecer.
37. Ha veces hablo mucho.
38. Mi cara lo dice todo.
39. Mi próximo tatuaje lo he diseñado yo.
40. Soy un tanto rara.
41. Mi madre me compra la ropa.
42. No me gusta ir de tiendas.
43. Me gusta la repostería.
44. A veces usaba ropa de niña (desde que parí ya no me entra!)
45. No suelo maquillarme.
46. Me encanta tomar café leyendo.
47. Si estoy muy agobiada lloro.
48. No como comida con forma de animal.
49. Siempre he hecho danza o deporte.
50. Esto se me ha hecho largo!
Espero no os hayáis aburrido mucho!
¿Os animáis a compartir algo vuestro?

domingo, 17 de agosto de 2014

LLEGANDO AL FINAL

Me encuentro en un momento de duelo, duelo por mi reincorporación el próximo 8 de septiembre al trabajo, después de 21 meses de maternidad en exclusiva.

En mi segundo embarazo me dieron la baja a los 4 meses por riesgo en el puesto de trabajo. Esto me permitió descansar y disfrutar de mi embarazo, pero también acompañar a hijo en su proceso de adaptación al cole.
Pudimos dejar el comedor y que fuese yo quien le llevaba y recogía del cole. Disfrutar de las tardes libres, ya que en primero de infantil no le apetecía ir por la tarde.

Trabajar la llegada de su hermana pequeña, hablando, escuchando, buscando material y cuentos que le ayudasen a comprender, e incluso hacerle su propio cuento.

Disfrute de mi segundo embarazo con calma y bailando, preparándonos para su llegada especial ya que decidió nacer de nalgas.

Me permitió acompañar a otras madres en sus lactancias.

Disfrutamos de dos veranos completos y en exclusiva. De vacaciones, parque, ir a nuestro ritmo,... Y un segundo curso lleno de novedades y compañía completa en cada nuevo paso.

21 meses dedicada a mis hijos, disfrutando con ellos y buscando mi espacio, actividades que me han llenado y me han dado una tribu.

21 meses de ama de casa y madre, de bizcochos, magdalenas, punto y manualidades. Cosas que me relajan y hacen que me sienta bien.

21meses de acompañarlos en su crecimiento, en cada una de sus fases y en sus logros.

21 meses de felicidad.

Y ahora volvemos al trabajo. Un trabajo "de lo mío" con un horario adaptado a nuestras necesidades familiares y con u sueldo decente.
Pero un trabajo que hace que mi instinto se remueva, luchando entre lo que mi corazón quiere y mi cabeza considera que es necesario.

Hemos estado un año de excedencia, un año viviendo con un sueldo, ajustados pero bien. Pero que necesitamos cambiar para poder tener un poquito más de seguridad y tranquilidad económica.

Vuelvo a trabajar sabiendo que mi niña se queda en las mejores manos, sus abuelos, que están deseando cuidarla, como hicieron con su hermano.

Pero al fin y al cabo, y pese a todo, me separo de ellos, para ir a un trabajo con bastante carga emocional y un ritmo frenético. En un ambiente algo movido.

Y no puedo evitar sentirme triste, triste de no poder seguir disfrutando como hasta ahora y estar en cada momento que mis hijos lo necesiten.

Y se que tengo suerte, se que hay muchas madres que escasamente pueden permitirse cuatro meses en exclusiva, o que a pesar de necesitarlo no tienen trabajo al que volver, o que incluso desean fervientemente retomar su vida laboral.

Sé que soy y hemos sido afortunados.
Sé que seguiré disfrutando con y de ellos.
Sé que nos adaptaremos a los cambios.
Pero a pesar de saberlo, se que mi corazón me pide otra cosa, y eso hace que sienta desasosiego.

Y se que aun queda algo de tiempo, pero no puedo evitar que el pensamiento de la vuelta este presente.

Un buen motivo para disfrutar del verano al 150%, sabiendo que aun hay tiempo y que cada momento es único.

Y tú, ¿has vuelto a trabajar después de ser madre? ¿Cómo te has sentido?

viernes, 1 de agosto de 2014

LACTANCIA MATERNA, NUESTRA HISTORIA

El día 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Lactancia Materna, alargándose durante toda la semana con diferentes actos e iniciativas. En España se celebra en septiembre- octubre debido a la época estival.

Este año desde Maternidad Continuum ha decido organizar un carnaval de blogs, y aquí aportamos nuestro granito de arena.
Hace cinco años yo estaba embarazada y mi visión del tema era muy diferente a como es ahora.
No había visto mucha lactancia en mi familia, yo misma fui destetada debido a un periodo largo de ingreso hospitalario que no se lo puso fácil a mi madre, a los tres meses.
Para mi los bebes comían y dormían, esto último ellos solos en sus cunas con sus musiquitas y lucecitas, y en sus propios cuartos.
Los bebes tomaban teta un tiempo y luego empezaban con la comida.
Decidimos parir en casa por el pánico de mi compañero al hospital, entre otras cosas, y empezamos a informarnos y a formarnos.
Y empecé a cambiar.
Descubrí que la naturaleza del bebe, y con el respaldo de la OMS y la Asociación Española de Pediatría, era aconsejable la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria con otros alimentos hasta los dos años, a partir de hay hasta que mamá y bebe quieran.
También descubrí la naturaleza e instintos de los bebes, la importancia de piel con piel, el porteo, etc. Pero esto da para otro post.
Nuestros planes iniciales de parto en casa no fueron posibles. En la semana 35 me puse de parto y después de 26 horas nacía mi bebe.
Nada más nacer me lo colocaron encima unos segundos, suficientes para quedar enamorada de él, y se lo llevaron.
Fue duro para mi y para él. Ni el hospital donde estábamos ni el protocolo de neonatología contemplaban la lactancia a demanda ni el método canguro.

Por suerte a los cuatro día estábamos en casa.
Los primeros días fueron complicados, no teníamos experiencia como padres y nuestro bebe era tan pequeño. Surgían dudas, angustia, temor... Por suerte tenía el contacto de la matrona que nos iba a atender en casa y de dos grupos de lactancia.

En mi lactancia fueron y han sido fundamentales Amagintza y La Liga de la Leche . Ambas con diferente metodología y forma de funcionamiento son muy importantes a la hora del apoyo a las madres lactantes, tanto para buscar información, aclarar dudas o resolver problemas.

Sin duda mi primera lactancia fue dura pero placentera; mi bebe mamaba cada hora o dos horas de día y de noche, necesitaba la teta para dormirse y mantenerse dormido, mi reflejo de eyección era impresionante hasta más allá del año, fue su alimento principal hasta el año y medio...
Al cumplir el año la pediatra vio un posible frenillo (lo que me ayudo a entender muchas cosas) que no le había afectado en la lactancia.
Él continuo mamando hasta los tres años y medio. Cuando contaba con algo más de dos y medio me quede embarazada y a pesar de que la producción de leche bajo hasta mínimos, él siguió mamando.
Sufrí agitación del amamantamiento más o menos fuerte a temporadas durante todo el embarazo, incluso planteándome el destete por la angustia que me suponía, pero logramos superarlo con ejercicios de calma y negociación.
Cuando volvió a subir la leche había perdido el reflejo de succión y olvidó la mecánica de mamar, a pesar de ello siguió pidiendo teta en momentos concretos.
Con la peque seguimos con el pecho tras quince meses. Con ella ha sido más sencillo ya que mi información es mayor, más clara y en nuestra m(p)aternidad lo tenemos  todo bastante claro.
Aun y todo mi peque también es una gran mamadora, también tiene frenillo, aunque como a su hermano, no le ha dificultado la alimentación.
Durante estos casi cinco años he pasado perlas de leche, obstrucciones y mastitis como comente aquí, pero mi lactancia me ha enseñado mucho sobre mis hijos, sobre la maternidad y sobre mi misma.
También me ha enseñado que a veces no es fácil y que hay muchas mamás que lo pasan realmente mal, mamás que logran superar las dificultades y otras que no, igual que hay madres que deciden no amamantar.
Todas madres, amantes de sus hijos y buenas madres.
Creo, por mi experiencia, que es fundamental un buen apoyo e información en lactancia para lograr que todo vaya bien. Bien por iniciativa propia o buscándolo en profesionales o madres con experiencia.
Porque la lactancia materna es lo mejor para la crianza de un niño, pero lo fundamental es una madre tranquila y presente.

Por eso Feliz Día Internacional de la Lactancia Materna; Lactancia Materna, un triunfo para toda la vida.